Compartimos contigo la historia Pascua

Había una vez en el bosque de Breick, un conejo llamado Jeff vive en un bosque con sus amigos, es un explorador y amante de las aventuras, le encantaba la Pascua, y siempre sueña con festejarla. En una expedición Jeff encontró un antiguo tesoro el cual contenía unas extrañas semillas brillantes. Decidió plantarlas en su jardín con la ayuda de sus amigos Mila, Dorothea y Chuck.

Al día siguiente, la planta que brotó de las semillas parecía un árbol gigante, era tan alto que llegaba hasta el cielo y se perdía en una nube.

Jeff y sus amigos del bosque decidieron escalar el árbol. Con esfuerzo y determinación, ascendieron juntos hacia la cima, en la que descubrieron un mágico castillo dorado hecho de chocolates.

Encontraron muchos huevos de chocolate de todos los tamaños, además de 3 traviesos ositos amantes de las gomitas, Gum, Gom y Gam, que también treparon por el árbol.

De repente apareció un gigante gruñón que atrapó al Chuck a los ositos. Los aventureros descubren que el gigante ama las adivinanzas y lo retaron a un concurso de adivinanzas para liberar a Chuck y a los ositos. El gigante aceptó, pero si perdían, ellos deberían trabajar para él. Por suerte ganaron el concurso y el gigante les permite abandonar su castillo con muchos huevitos de chocolate. Al abrir los huevos en la casa de Jeff, descubren que los huevos eran mágicos; cuando un niño o niña lo abría, podía pedir un deseo, y ese deseo se hacía realidad.

La noticia de los huevos de Pascua mágicos se extendió rápidamente, y todos las personas del mundo ansiaban su propio huevo mágico. Convirtiendo a Jeff en el personaje principal de la festividad, haciendo de la Pascua un evento aún más especial y significativo para todos las personas del mundo, entregando grandes premios y haciendo realidad los sueños de muchos.